Plasencia nos recibe con un calor sofocante y un sol de justicia; en la foto nº 6 podéis ver lo que marcaba el termómetro del coche cuando a eso de las 8 de la tarde fui a cogerlo para volver a Madrid. Menos mal que las instalaciones y el circuito de la prueba están situadas en una zona con mucha sombra, con suficientes arboles, zonas verdes y piscinas naturales que hicieron mas agradable los mas de 40 grados que allí tuvimos que soportar. La ciudad, tal como me habían contado, merece la pena ser visitada, eso si, os aconsejo hacerlo en otras fechas fuera de los calores estivales.
A partir de las 16:30 h. comienzan las salidas con los "peques" los auténticos protagonistas de la tarde, y una hora mas tarde el resto de categorías. La prueba consta de varias vueltas a un circuito de 1500 m. , de la salida a la primera boya apenas hay 650 m. con agua dura y todos los clubes extremeños, mas el Talak y Aranjuez en linea de salida. Tengo que decir que hacia mucho tiempo que no presenciaba una prueba de infantiles y benjamines y reconozco que mereció la pena convertirme por unas horas en mero espectador silencioso observando su comportamiento dentro y fuera del agua ; es curioso verles en los instantes previos a la competición, su esfuerzo, sus desilusiones por no ganar y alegrías por entrar primeros en meta, los ánimos de sus padres desde la orilla, su incansable energía y sobre todo las pocas diferencias que hay entre niños y niñas encima de un k-1.
A partir de las 17:30 h. se realizan escalonadamente las salidas del resto de categorías. Los masters, como siempre, al final apenas dos minutos escasos de los junior y cadetes. Para mi ésta ha sido una regata atípica, desde el cpto. de España de invierno no competía en un prueba de distancia tan corta y reconozco que las pulsaciones me subieron por las nubes, acostumbrado al maratón y sus parámetros ésta ha sido una regata que ademas de dejarme un buen sabor de boca me dejó hecho polvo por varias razones.
Leandro Soriano (Master A) del club Emeritae me lo puso difícil desde los primeros metros de la regata, tras una salida correcta me sitúo en cabeza llevandole a la ola y ya no recuerdo la cantidad de tirones que le di, con tanta ciaboga eso parecía uno de esos entrenamientos de tolerancia al lactato que no dan tiempo a recuperarse. En una de esas ciabogas se queda unos metros y consigo mantener la distancia hasta la meta, el tiempo 21,24".
Para una persona como yo que el próximo sábado 17 cumplirá 49 años (el sábado en la regata de Valladolid espero celebrarlo con una medalla en k-4 master) conseguir llegar a segundos de los que podrían ser mis hijos es algo que me da fuerzas para seguir día a día. Es difícil de explicar y si no rondas los cuarenta y muchos o cincuenta te va a ser difícil de entenderlo pero os aseguro que la prueba de Plasencia me ha dejado un muy buen sabor de boca. Me sentí fuerte y en plena forma y eso, amigos mios, a mi edad no tiene precio.
FOTOS DE LA REGATA RESULTADOS
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